Quiero explicaros mi experiencia con los pickups y los instrumentos acústicos.
Desde hace algunos años, un amigo y yo formamos un duo musical compuesto de piano y guitarra.
Tocamos un poco de todo pero, especialmente nos gusta interpretar composiciones propias o, simplemente, improvisar sin rumbo fijo. En fin,
pequeñas composiciones que nos sirven básicamente para divertirnos y pasar muy buenos ratos.
La verdad es que no acostumbramos a grabar estas sesiones pero un día se presentó mi sobrino con una grabadora portatil y nos registró en su aparato.
Tengo que decir que el resultado no sonaba demasiado bien. No se trataba de los instrumentos ni de la composición. Era más bien un sonido de ambiente,
como de resonancia o reverberación algo desagradable. Enseguida entendí que el problema eran las condiciones acústicas del salón donde se encuentra el piano.
Es curioso, al natural todo parecía perfecto pero si grababas alguna cosa, el sonido resultante no era satisfactorio. Empecé a mirar por Internet y todos
los argumentos coincidían en que las condiciones acústicas de un local pueden mejorar o estropear el sonido del mejor instrumento.
Ahora entiendo las inversiones que realizan los estudios de grabación para mejorar las acústica del local, independientemente de la electrónica utilizada.
Evidentemente yo no quería cambiar nada de mi sala de estar. (Mi mujer se hubiera puesto como una loca dándome la gran bronca). Así que no sabía que
hacer hasta que mi sobrino me dió la solución: ¿Por qué no utilizáis pickups? Me comentó. ¿Pickups? ¡Sí!, esas pastillas que se colocan en los
instrumentos para recoger el sonido producido. Al día siguiente se presentó con una pastilla de la marca "TAV Pickups" Me quedé muy sorprendido porque me
dijo que era un diseño genuinamente español realizado en Cataluña. Me hizo una demostración con su guitarra, la pastilla y un pequeño ampli. El resultado,
tengo que decir que me gusto mucho. Aquel diminuto dispositivo recogía el sonido de la guitarra y lo amplificaba. Lo más bueno es que al darle "caña" al ampli
el sonido no se acoplaba. Además, y lo que voy a decir es muy importante, respetaba el timbre propio del instrumento. Así que la siguiente prueba
fue instalar el pickup en el piano. Estuvimos un buen rato tanteando la mejor posición, hasta que finalmente lo dejamos en el lugar que nos pareció más
satisfactorio. A continuación, conectó el pickup directamente a la grabadora y me dijo que tocara algun tema.
El resultado espectacular. La diferencia brutal, puesto que, ahora, la grabadora recogía únicamente el sonido producido por el piano, sin resonancias ni
reverberaciones de la habitación. Tampoco quedaban grabados los ruidos de ambiente, en especial el producido por los dos niños que tengo moviéndose de un lado a otro.
Pero no acaba aquí la cosa. Acto seguido, entre el pickup y la grabadora conectó un procesador de sonido y empezó a tocar botones. Total, me estaba
demostrando las grandes posibilidades de la electrónica para manipular el sonido y crear otros a la carta con mi piano. También, podían añadirse efectos
acústicos para embellecer el sonido, tal como una reverberación o cualquier otro efecto, siempre a su justa medida, sin grabar el desmadre acústico de mi
sala de estar.
En definitiva, lo que vamos a hacer es comprar un pickup para el piano y otro para la guitarra de mi amigo. En este caso, necesitaremos una pequeña
mesa de mezclas.
Saludos de Octavio
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